GRUPO 2: MUJERES FATALES
Mujeres que utilizan su belleza y su inteligencia para conseguir aquello que desean. Frías y seguras de sí mismas. Normalmente en su camino se cruza algún hombre que cae en su tela de araña sin darse cuenta de que va a terminar siendo devorado. Dinero y poder son las principales motivaciones. Sin descartar la venganza en algunos casos.
Su momento estelar está ligado al de un género cinematográfico, el llamado “cine negro”. Este género, en opinión de muchos expertos, se inauguró con la película El halcón maltés, dirigida por John Houston en 1941. En ella la protagonista es un modelo primigenio de una femme fatale, Brigid O’Shaugnessy, interpretada por Mary Astor. Sin embargo la perfección del modelo lo alcanzará Barbara Stanwyck en su papel de Phyllis Dietrich en Perdición de Billy Wilder.
En la época dorada del cine negro la pantalla se llenó de malvadas protagonistas. Jane Green en Retorno al pasado (1947) de Jacques Tourneur; Gene Tierney en Laura (1944) de Otto Preminger; Jean Simmons en Cara de ángel (1952) también del genial Otto Preminger; o Rita Hayworth en La dama de Shangai (1947) de Orson Wells
Tuvimos que esperar a los años 80 para contemplar un resurgir del personaje. Pero fue un resurgimiento de categoría, porque en 1981 se estrenan dos películas que revitalizan el mito: El cartero siempre llama dos veces, donde una sensual Jessica Lange representa el papel de Cora (remake del original de 1946), y Fuego en el cuerpo, con una magnífica Kathleen Turner interpretando el papel de Matty Walker, una tentadora mujer que utiliza a un abogado de Florida. Este renacer del personaje tiene su punto álgido en la Catherine Tramell de Instinto Básico (1992). Sin descartar tampoco a la Bridget Gregory que interpreta Linda Fiorentino en La última seducción (1994).
Las invitadas a la lista
KITTY COLLINS. Ava Gardner. Forajidos (1946)
Este fue el primer largometraje de Ava Gardner como protagonista. El «animal cinematográfico más bello del mundo». En el papel de Kitty Collins, donde seduce a un Burt Lancaster, que no sabe que está siendo objeto de un engaño muy elaborado que le convertirá en la cabeza de turco de la trama de un atraco.
Pero ¿cómo no rendirse ante la belleza de una inmensa Ava Gardner? Esta historia la puso en el mapa cinematográfico, en una película rabiosamente moderna en la que Robert Siodmak llevó al cine la primera versión del relato de Hemingway “The killers”
Son muchos los que apuntaron que lo que uno ve en otras mujeres en sueños, lo contempla en Ava con los ojos abiertos.
CORA SMITH. Lana Turner / Jessica Lange. El cartero siempre llama dos veces (1946) (1981)
En 1946 Tay Garnett dirigió la adaptación de la novela de James M. Cain. El director contó con una estrella del momento como Lana Turner, cuya imagen vestida de blanco y con un turbante en la cabeza es una de las imágenes icónicas del cine negro. Una vez más argumento clásico del género: mujer que vive un matrimonio aburrido con un hombre mayor y en cuyo camino se cruza un buscavidas.
Bob Rafelson retoma la historia en 1981 con una poco conocida Jessica Lange, que hasta entonces sólo había aparecido en el King Kong de Dino de Laurentis de 1976. Aquí da vida a Cora Smith, una mujer con las cosas muy claras para cambiar el rumbo de su vida. Dispuesta a seducir, mentir y, por supuesto, matar. Jessica Lange no se amilana ante un Jack Nicholson que venía de conseguir el Oscar por Alguien voló sobre el nido del cuco. Juntos protagonizan otro momento mítico del cine, la ardiente sesión amorosa en la mesa de la cocina embadurnados de harina.
“A veces no me gusta mi apariencia, pero nunca encontré un hombre que quisiera convencerme de lo contrario desde que tengo 14 años”
PHYLLIS DIETRICHSON. Barbara Stanwyck / MATTY WALKER. Kathleen Turner. Perdición (1944). Fuego en el cuerpo (1981)
En 1944 Billy Wilder rueda Perdición, con guión del propio director y Raymond Chandler, basándose a su vez en un relato de James M. Cain. Un agente de seguros y un ama de casa (Barbara Stanwyck) se hacen amantes y planean matar al marido de ella para cobrar una póliza.
Años más tarde, en 1981, Lawrence Kasdan se estrenaba como director homenajeando a aquella película. Fuego en el cuerpo nos presenta a Matty Walker (Kathleen Turner) una mujer fría que usa, en toda la acepción de la palabra, a un abogado, Ned Racine (William Hurt), para asesinar a su marido. Frases que han pasado ya a la historia del cine: “No eres muy listo, ¿verdad? Eso me gusta en un hombre”, y diálogos impagables: “No deberías llevar esa ropa” “¿Por qué? Sólo es una blusa y una falda” “Entonces no deberías llevar ese cuerpo”
Kathleen Turner con su voz grave y su calculada compostura, encarnó al prototipo de mujer de hielo de forma tan convincente que durante años fue considerada la mujer fatal por excelencia.
CATHERINE TRAMELL. Sharon Stone. Instinto básico (1992)
Elegante, manipuladora, desafiante… Catherine Tramell no tiene reglas ni límites. Paul Verhoeven dirigió a una deslumbrante Sharon Stone en Instinto Básico (1992). El director consiguió con un guión más que mediocre, hacer una película imprescindible en el cine contemporáneo. Una historia muy mediocre con un protagonista masculino que parece salido de un mal libro, y con un guión lleno de arquetipos y de giros injustificables. A pesar de ello, y a pesar de un Michael Douglas sobreactuado, y hasta patético a veces, la película es grande gracias a Sharon Stone. Una belleza evidente, pero que además hace una interpretación portentosa, expresando fragilidad, confianza, dominio, diversión. Ella sola convierte a Catherine Tramell en un personaje mitológico que ya forma parte de la historia del cine.
“He acabado mi libro. Tu personaje muere. ¿Qué quieres? ¿Flores? Te enviaré una copia autografiada”
Recuerda que incluyendo tu propuesta en los comentarios entraras en el sorteo de dos entradas dobles para la sesión del 24 de enero de 2015.
Falta todo un subgénero de malísimas que terminan siendo buenas, o al menos terminan perdiendo de forma patética. A saber, Maléfica (Angelina Jolie, de 2014 ); la perversa y fascinante Marquesa de Merteuill (Glenn Close) –la sidekick del Vizconde de Valmont (John Malkovich) en Amistades Peligrosas (1988)—; o la loca asesina de Alexandra «Alex» Forrest (también Glenn Close, en Atracción fatal, 1987). Hay muchas otras. Son mujeres en el fondo no tan malas, víctimas de sus propias malucherías y de las de sus colegas masculinos, que la mayor parte de las veces terminan pagando el triple que ellos o redimiéndose a costa de un terrible sacrificio. Como la vida misma.
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Yo me quedo con la femme fatale de 2014, Barbara Lennie en Magical Girl…
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Magnifica elección.
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