Ya estamos en febrero, y los amigos de Bang Bang Zinema se han propuesto rizar el rizo en su sesión San Valentinera de este año y jugar al Romance y Bromance.
El «Bromance» es un género creado para describir la relación entre dos protagonistas varones (presuntamente) heterosexuales en la que las miradas y gestos dejan entrever una química que parece ir más allá de la amistad. Para hablar sobre esto y mucho más, tenemos en Donostia a Martin Riggs. Le acompañará en la entrevista Satine, la estrella del cabaret Moulin Rouge.
Para la charla nos acercamos a la zona de las Universidades donde Martin ha aparcado su auto-caravana. Cuando llego a la cita Satine está con los ojos llenos de lagrimas apoyada en un lateral del vehículo. Por la ventana se oye el sonido de la televisión y se puede ver la silueta de Riggs jugando con una pistola.
¿Satine? Es un placer conocerte. ¿Te encuentras bien?
SATINE: La verdad es que no. Siempre me pasa lo mismo. Conozco un hombre, del que me enamoro perdidamente y un segundo después descubro que es un muerto de hambre y que la relación no tiene futuro por una razón u otra. ¡Y este ni siquiera es poeta! Pensaba que al hacer películas y eso, estaría bien situado. Pero no, para nada, todo son problemas con él. Se ofreció a traerme con él a San Sebastian y pensé: avión en primera, hotel al borde del mar… Y aquí estoy, con 5000 kilómetros a la espalda durmiendo en un parking de caravanas, rodeada de universitarios que al verme vestida con rollo hippie lo único que hacen es intentar comprarme opiáceos.
Pero entonces… ¿Tú y Martin sois pareja?
SATINE: Yo qué sé. A veces parece que sí, pero luego se pone a dar la lata con su mujer muerta y no sé que pensar. Está fatal.
¿Desde cuándo os conocéis?
SATINE: De siempre. Los dos somos australianos y cuando llegas a Hollywood y no conoces a nadie, te entra la morriña y quedas con compatriotas para tomar una copa y recordar tu tierra. En una de esas reuniones intimamos y hasta ahora. Si llego a saber que estaba tan zumbado me hubiese arrimado a Chris Hemsworth, que seguro que me hubiese ido mejor.
Chris parece un tío majo. Suele venir por Donostia casi todos los años.
SATINE: Mejor hablamos de otra cosa que Martin se pone celoso a la mínima.
En ese momento Martin sale por la puerta con el arma en la mano.
MARTIN: ¿Qué pasa? ¿Quien es este? Te aviso que estoy muy loco y me da igual volarme los sesos si me vas a dejar.
SATINE: Pero mira que eres dramas. Me tienes harta. Eres la persona más difícil que conozco. Y eso que he trabajado con Von Trier.
MARTIN: Eh, no me compares con ese. Es un racista y un nazi!
SATINE: ¿Y tú no?
MARTIN: ¿Pero de qué vas?. ¡Si mi mejor amigo es negro! Puede que sea un poco homófobo, pero racista para nada. Me confundes con el australiano ese al que grabó un policía diciendo barbaridades sobre los judíos.
Mejor cambiamos de tema ¿Es verdad lo del rodaje de Arma letal 5?
MARTIN: Habrá que hacerla. Si vuelven todos tendremos que hacerlo también nosotros. Van a hacer Superdetective e Indiana Jones, han hecho una nueva de Rambo… Mira, si algo tengo claro es que peor que Stallone no lo vamos a hacer.
La verdad es que la ultima de Rambo no había por donde cogerla.
MARTIN: Es que una cosa es hacer una peli en plan risas como los Expendables y otra tomarse en serio lo de héroe de acción con nuestra edad.
SATINE: Habla por ti que estás hecho un carcamal. Yo sigo estupenda. Estoy haciendo series, películas, me marco una sesión cada día en Broadway. Estoy a tope, mejor que nunca.
MARTIN: Mira guapa. Puede que por fuera estés genial, pero te oigo toser cada mañana. Si se enteran los chinos te etiquetan como la paciente cero en lo del Coronavirus…
Tengo claro que esta entrevista no va a ninguna parte, así que me alejo discretamente mientras siguen gritándose el uno al otro. Según me monto en el coche una idea me ronda la cabeza: «Estoy demasiado viejo para esta mierda».
Bang Bang Zinema 