Bang Bang está de vuelta y esta temporada arranca con dos invitados tan peculiares como interesantes. Esta vez quedamos para la entrevista en un bar cerca de El Rey de las Fiestas, donde es posible que Bitelchús y su estrambótico atuendo llamen un poco menos la atención. No tardaré en darme cuenta de que sus pintas no son lo que hacen que destaque entre la multitud. Antes de que doble la esquina llega un murmullo de voces, y todavía no alcanzo a verle cuando se oye un grito de mujer y el ruido de una bofetada.
BITELCHÚS: ¡Vaya carácter! Me he arrimado al cuello de una chica para intentar reconocer su perfume y me ha sacudido un bofetón.
Igual es que no deberías haberte acercado sin pedir permiso…
BITELCHÚS: Vale, vale. Supongo que cuando llevas 300 años muerto no estás muy al día de lo que es correcto y de lo que no.
Tengo la sensación de que hace 300 años tampoco eras un ejemplo de conducta.
BITELCHÚS: Uy, si estamos en ese plan no va a haber rollito entre tú y yo.
Estoy seguro de que no, esto es una entrevista.
BITELCHÚS: ¿Una entrevista? Yo pensaba que esto era otra cosa. Vi tu foto y le di a la derecha en Tinder. O en Grinder, ya no me acuerdo. Me lío entre uno y otro. Uso los dos y la verdad es que siempre le doy al botón de la derecha. Tanto tiempo en el dique seco hace que mi nivel de exigencia esté por los suelos. Si no te lo crees, ¡mírate al espejo!
Vamos a empezar antes de que pierda la paciencia… Hace ya casi 30 años de la película que veremos esta semana en el Principal y todavía se sigue dando vueltas a la idea de hacer una secuela. ¿Fue complicado el rodaje? Quiero decir: ¿fue complicado POR TU CULPA?
BITELCHÚS: Uuuuh, qué hostilidad. Déjame que te arregle el pelo.
¿Te puedes estar quieto?
BITELCHÚS: Qué arisco eres, ladrón… Me gusta… Bueno, a la pregunta. No, no hubo ningún problema, pero es que por un motivo o por otro el rodaje siempre se retrasa. Primero fue por Geena Davis, que durante una temporada fue veneno para la taquilla (es que aquella cosa de las Cabezas Cortadas era terrible). Después Alec Baldwin y sus movidas, primero con Kim Basinger (que estaba muy buena en los 80, las cosas como son), y luego al muy cafre le graban llamando piggy a su hija. Luego vino el lío de Wynona con lo de la cleptomanía y, por último, el rarito de Burton empeñado en dejar al pobre Michael Keaton en la cuneta para que mi papel lo interpretase Helena Bonham Carter. ¡Vale que lleva mi corte de pelo, pero la idea es un delirio!
A ver si va a resultar que tú eras el más normal de todo el equipo…
BITELCHÚS: Pues claro que sí. De hecho, yo no he parado de trabajar en ningún momento desde entonces.
No me suena haberte visto en ninguna película.
BITELCHÚS: Entiendo que con esta carita tan agraciada quieras pensar que siempre tengo que estar delante de la pantalla. Pero no. He estado trabajando para la tele, para el cine y casi en política, pero siempre entre bastidores.
¡Te lo estás inventando!
BITELCHÚS: Podría ser… pero no. Justo después de la película me puse con la serie de animación. Que no fue un gran éxito, pero hoy en día se considera muy de culto. Después estuve durante un tiempo tratando de sacar adelante una nueva adaptación de Dune, pero se dieron cuenta de que lo único que aportaba al proyecto era que llevaba conmigo a mis colegas las serpientes de arena, así que no cuajó. Lo del remake de Temblores, otra vez con las serpientes, pues tampoco. Así que me pasé al mundo de los parques de atracciones y durante varios años me ocupaba de un show musical en el Universal Studios de Orlando.
Viendo tu carácter resulta extraño que estuvieras tanto tiempo en un show para todos los públicos.
BITELCHÚS: ¿Para todos los públicos? Bueno, el show sí que era para niños y mayores, pero lo que pasaba cuando cerraban las puertas era más de clasificada X. ¿Recuerdas el escándalo de Disney? ¿Aquellos vídeos en los que Goofy se lo montaba con Minnie mientras el genio de Aladdin jaleaba el numerito? Pues unos aficionados. En el Universal de Florida llevamos el “furrismo” a otro nivel.
Me da que no quiero saber qué es eso…
BITELCHÚS: Es cuando…
Mejor sigue contando en qué más has estado metido.
BITELCHÚS: Pues mira, también estuve trabajando en Tele 5, escribiendo guiones para el Sálvame. Dijeron que les encajaba mi tono entre gracioso, grosero e incómodo.
Te pega mucho.
BITELCHÚS: Lo sé. Gané una pasta pero me acabaron despidiendo. Tras un tiempo me dijeron que era demasiado sutil y que me faltaba histrionismo para el nivel que exige el programa. Y fíjate que yo creo que tenían razón.
¿Y lo de la política? Has conseguido que me pique la curiosidad.
BITELCHÚS: Eso ha sido un favor para Alec Baldwin. Le ofrecieron un papel en el Saturday Night Live interpretando a Donald Trump y necesitaba que poseyera al presidente para decir burradas que él pudiera parodiar en el programa.
¿No me digas que eres el responsable de todas las animaladas que hace y dice el presidente de los EEUU?
BITELCHÚS: ¿Me guardas el secreto? El dinero más fácil que he ganado en mi vida. Yo tenía intención de poseerle y liarla parda, pero cuando ya estaba dando vueltas sobre cómo montarla, empezó con lo de “Grab her by the pussy” y me quedé en blanco. No era capaz de superar eso. Pero deben de pensar que todo es cosa mía y los cheques siguen llegando. No me voy a quejar…
Alucinante. Dame un segundo por favor, tengo que hacer una llamada.
Saco el teléfono y marco el número de La Cosa, que debería haber llegado hace rato. Al camarero, que lleva apoyado en la barra a nuestro lado toda la tarde, le suena el móvil y cuando responde veo que es él a quien estoy llamando. Cuelgo sin entender nada.
¿Tú eres La Cosa?
LA COSA: Sí. ¿Pensabas que era naranja y de piedra?
No, pero pensaba que vendrías con forma de gelatina, o con forma de Husky o en el cuerpo de Kurt Russell…
BITELCHÚS: ¡¡Spoiler!!
LA COSA: Pues no, he estado todo el tiempo aquí. Acechando, vigilando. Mi objetivo es suplantar y pasar desapercibido hasta que llega el momento de actuar creando el caos. Nunca sabrás quién soy. Puedo ser Puigdemont. Puedo ser Rajoy. Puedo ser cualquiera, soy el mal.
Ahora entiendo lo de que hayas tomado la forma de un camarero donostiarra…
BITELCHÚS: Me moláis los dos. Veo que tenéis tan mala baba como yo.
Lo siento, pero lo que tengo es prisa. Tengo que publicar la entrevista mañana y me habéis liado de mala manera. Os dejo solos, y si os aburrís podéis poseeros el uno al otro y ver qué pasa. ¡Nos vemos en el Principal!
Bang Bang Zinema 