La barra y la cola son el termómetro que nos permiten medir el nivel de entusiasmo en cada sesión. Y con esas dos referencias, solo queda rendirse a lo evidente: ¡el arranque de la cuarta temporada de Bang Bang fue épico!
Empecemos por la cola:
Quedan dos horas y media para el inicio de la sesión: llegamos y hay una persona en la cola. Le decimos que vaya a tomarse algo. No podemos permitir que nadie sea más entusiasta que nosotros mismos…
Quedan dos horas para el inicio de la sesión: ya no es uno, sino que hay un grupo en la puerta del Principal. Les decimos que están muy locos (intentando ocultar que estamos contentísimos de verles ya ahí).
Queda una hora y media para el inicio de la sesión: la cola ya dobla la esquina. Se empieza a ver ambientazo. Esto promete.
Queda una hora para el inicio de la sesión: esto se ha descontrolado. La cola casi llega hasta la otra punta de la Plaza de La Sala. ¿Pero cómo no vamos a quereros?
Pero la cola del otro día para entrar a Bang Bang, además de larguísima, fue muy especial. Todo eran grupos charlando animadamente, e incluso los que estaban solos no tardaban en trabar conversación con sus vecinos. Había cervezas. ¡Había copas! Incluso nos encontramos con un tiburón que había viajado en el tiempo y en el espacio desde la sesión de junio. Y si llegabas hasta el final de la cola (no se puede venir tuneada al detalle y llegar pronto), te encontrabas con dos Bitelchusas y una simpatiquísima Lydia Deetz que animaban la espera.
Y pasemos a la barra, nuestro dominio, nuestro territorio, el punto de encuentro con todos vosotros. En el que nos felicitáis por la selección de películas o nos echáis la bronca por no haber puesto todavía vuestra favorita. Todavía. ¡Y es que parece que hay Bang Bang para rato!
En esta ocasión la frase más repetida fue «¡Ponme un Bitelchús!«. Estabais intrigados por la fórmula que daba al txupito su peculiar color verde, pero pedíais, sonriendo y sin miedo, el combinado que parecía Mistol…, que estaba tan bueno como toda la colección de txupitos que han pasado por Bang Bang.
Perdonad que nos pongamos moñas, pero si algo distingue a nuestras sesiones de cualquier otro evento que conocemos son las sonrisas. Cada vez más, Bang Bang se asocia con la idea de disfrute y felicidad en torno al cine. Desde el principio nuestro objetivo ha sido celebrar el cine, y en estos momentos estamos convencidos de que lo hemos logrado, llenando nuestro querido Principal de un público feliz y deseoso de pasárselo bien.
El photocall fue otro de los puntos calientes de la tarde. Durante un buen rato hubo cola para ponerse las pelucas y posar con nuestro gamberro Bitelchús, en una de las sesiones con más fotografías. Nos preguntaron mucho sobre el anagrama que ilustraba una de las tumbas, pero la pregunta se quedará sin respuesta. Nuestro fantasma ya está de vuelta en el infra-mundo y no ha dejado ninguna pista.
En la presentación, Estrella se lució una vez más gracias al vínculo que la une al público que abarrotaba la sala. Tras la ovación con la que la recibieron cuando salió, aquello sólo podía ir hacia arriba. Tras los agradecimientos a todos los que nos ayudan a sacar adelante las sesiones y a Ruben B. Caballero, autor del cartel de la sesión al que hemos atracado constantemente en las últimas semanas, pasamos a presentar una nueva aventura en la que nos hemos embarcado en colaboración con Cines SADE: el Txiki Txiki Bang Bang. Una idea que fue tan bien recibida que hemos tenido que duplicar la sala originalmente prevista para poder acoger a todos aquellos y aquellas que quieren asistir al debut del Txiki Txiki.
De seguido tocaba gamberrear, y con la colaboración de la famosa canción de la banana («Banana Boat Song«) buscamos dos «voluntarios» a los que les tocó jugar a una versión muy peculiar del juego de las lokotxas, pero esta vez lo que se recogían en vez de mazorcas fueron bananas. El ganador del concurso salió con una camiseta de Bang Bang, pero a su contrincante le tocó sufrir un poco más. De hecho, tembló un poquito cuando pensó que tendría que emular al Stewie de Padre de familia vestido de… banana con maracas. Pero al final fuimos piadosos con la novata y se bajó del escenario sin ponerse el disfraz, ¡y con los carnavales resueltos!
Y quedaba uno de nuestros momentazos favoritos: anunciar las películas de diciembre. Tras la tarde que llevábamos, a nadie le hubiese extrañado que las pelis fueran Banana Joe, Gorilas en la niebla o King Kong. Pero no, rompimos la tónica platanera y presentamos en el IMPRESIONANTE tráiler creado por El Hombre Ola, dos películas muy especiales para nosotros: la extraordinaria Seven y el clasicazo insuperable de Stallone, Rocky.
Por la tralla de la música y las ovaciones, temimos que se desconchara la pintura del Principal, pero parece que nuestro querido teatro está lo bastante en forma como para aguantar muchos programas dobles más.
Y después, las pelis. Risas y aplausos para Bitelchús; silencio, tensión y algún salto en la butaca con La Cosa. Otro programa doble para el recuerdo.
Y es que en cada temporada nos esforzamos en buscar el combo perfecto. Esas dos películas que empastan a la perfección. Y el otro día nos dimos cuenta de que ya hemos encontrado la combinación insuperable. Pero no son dos películas. Sois vosotros y nosotros. Gora Bang Bang!
*Gracias por las fotografías a Coro Odriozola de SADE Cine, El Contraplano y Kerman Zuleika*
Bang Bang Zinema 