Ya han pasado unos días, y en nuestras cabezas todavía resuena el Time Warp. Y es que no es para menos. Cada una de las ¿mil? veces que sonó la emblemática canción en la sala, el patio de butacas se volvió loco bailando su inolvidable coreografiá: “It´s just a jump to the left… and then a step to the riiiiight…”.
Pero no adelantemos acontecimientos, que la fiesta había empezado mucho antes.
El jueves ya vimos moverse por grupos de Whatsapp (sí, existen grupos que se llaman “Bang Bang”) avisos en los que se organizaban quedadas para comer y tunearse antes de la sesión, y eso nos dio una pista de que se preparaba una buena.
No nos equivocábamos; cuando el mismo día de la sesión salimos del teatro para ir a comer acompañando a los actores de la compañía Malabrigo, nos encontramos por la Parte Vieja a cuadrillas ya preparadas para la tarde. Y con mucho nivel.
Todo iba bien, pero estábamos preocupados por el tiempo, sabemos que hacer la cola puede ser pesado, y con lluvia es mucho peor. Pero afortunadamente las nubes se portaron y no cayó ni una gota en todo el día, lo que hizo que la cola se convirtiera una vez más en punto de encuentro, cafés y cervezas. Con el extra, esta vez, de servir de taller de chapa y pintura para los que no se animaron a salir de casa arreglados y prefirieron recibir una sesión de maquillaje a las puertas del teatro. A partir de ahora, cada vez que escuchemos las noticias de ciclismo y oigamos “la serpiente multicolor”, nos vendrá a la cabeza la colorida cola llena de pelucas, boas de plumas y vistosos sombreros que se reunió delante del Principal.
En cuanto se abrieron las puertas, aquellos que no conocían el Rocky Horror se dieron de bruces con EL SHOW. Algunos de los actores de Malabrigo estaban esperándoles para marcar a cada uno que entraba con la letra que le identificara: H de Horrorita para las experimentadas y V de Virgen para las que se estrenaban en el formato.
El photocall estaba protagonizado por unos enormes labios que emulaban la imagen más característica de la película. En esta ocasión Danel, nuestro animador oficial, pasó casi desapercibido entre los disfraces de los espectadores, y es que todo el mundo se trajo algún detalle para la ocasión. Lo que dio para fotos tan locas como divertidas.
Desde el escenario, Estrella fue la encargada de los agradecimientos y de los anuncios de las próximas sesiones (enero en Irun y febrero de vuelta al Principal), pero pronto recibió el relevo de Yogurinha Borova, que a su vez fue relevada por Marta, de Malabrigo Teatro. Yogurinha se ocupó de dar las indicaciones para la fiesta y preparó al público para lo que estaba a punto de pasar en el teatro. Si es que es posible prepararse para casi dos horas de vicio y desenfreno, estilo Bang Bang + Rocky Horror.
Nuestros amigos de Malabrigo lo dieron todo en una sesión en la que el público respondió a cada uno de los números con una explosión de alegría. Todos teníamos ganas de fiesta y se notaba. Cada una de las canciones fue coreada y bailada. Cada momento “prop” fue celebrado, y por momentos se consiguió un ambiente mágico. Durante el “There´s a light”, sin ir más lejos, el Principal se llenó de luces como si de un concierto se tratara, creando un ambiente perfecto. Y cuando parecía que ya había acabado todo y ya no podía ir a más, llegó EL BIS, con todos los actores y actrices en el escenario bailando el “Time Warp”. ¡Ahí se desató la locura! Todo el teatro se puso una vez más en pie, bailando, cantando a gritos o abrazándose. Fue inolvidable.
Ya solo quedaba la fiesta. Aunque decir “solo” cuando resultó uno de los momentos más especiales de nuestro año igual es quedarse corto.
Yogurinha ejerció de maestra de ceremonias en una sesión en la que Axel Casas puso a todo el mundo a bailar durante casi seis horas. La combinación de canciones mega populares con temazos incontestables hizo que todo el mundo tuviera su canción esa noche. Eso sí, a las doce paró la música para unas “no tan” tradicionales campanadas, en las que un enorme y delirante gong-paellera dorado hizo las veces de campana. Bizarro total, lo reconocemos. Tras ello, unas divertidas canciones de Yogurinha, unas cuantas sesiones de confesionario (si no estuvisteis allí, mejor que no sepáis en que consistían…) y muchas copas, mucho baile, muchas risas, muchos besos y muchas sonrisas que hicieron que despedir el año reuniendo a la comunidad Bang Bang fuera un exitazo que nos guardamos entre nuestros hits.
Parece que cuando acaba un año toca mirar atrás y hacer un repaso de lo acontecido en los últimos 365 días. Nosotros no podemos estar más felices, y para certificarlo recogemos aquí dos frases: la primera la escuchamos a la salida de la fiesta en La Cripta, cuando nos dieron las gracias por la sesión diciendo “Pase lo que pase de aquí al 31, yo ya he despedido el año con la gente que de verdad me importa en la mejor fiesta posible”, y la segunda se la leímos a Manuel Aguilar en las redes al día siguiente. Decía: “Soy un enamorado de la ciudad en la que vivo por muchos motivos y uno de los principales, que ha hecho que encuentre mi sitio, es Bang Bang Zinema. ¡Larga vida, amigos! Lo de ayer fue… ¡¡Memorable!!”.
¡Larga vida a Bang Bang… Y a todos vosotros y vosotras! ¡Os deseamos un feliz 2019!