La sesión de febrero siempre es muy especial para nosotros. La primera que celebramos en ese mes fue el 13 de febrero de 2016 y aún lo recordamos como el día en el que Bang Bang se convirtió en Bang Bang. Era la segunda sesión de la segunda temporada y la sala estaba a reventar. Ya habíamos llenado en alguna sesión anterior, pero aquella noche se notaba un ambiente muy especial, y cuando todo terminó tuvimos claro que algo había pasado. Habíamos conseguido lo que buscábamos desde el minuto uno: una comunidad.
Seis años después nos enfrentamos a la sesión de febrero con un reto en mente: recuperar lo que la pandemia nos había robado. Tras darle muchas vueltas, y pensando en las limitaciones que suponían las normas de sanitarias (que nos impedían comer o beber dentro de la sala), dimos con una manera de reunir a esa comunidad un rato antes de la sesión. Se trataba de recordar las conversaciones que se entablaban en la cola, los grupos que se formaban en la barra del bar…
¿Qué podíamos hacer? La respuesta fue: ¡una chocolatada junto al Principal! El riquísimo chocolate caliente de la chocolatería El Puerto, acompañado con unos bizcochos, y vuestras ganas de pasarlo bien, hizo que la idea fuera un éxito rotundo.




No sabéis cuánto nos alegró ver de nuevo pasar a la gente por la Calle Mayor girando la cabeza, preguntando qué pasaba, y escuchar la respuesta: “Es que hoy hay Bang Bang”.
Cuando llegó la hora y el público entró en la sala, fue el momento de cumplir con la tradición y posar en el photocall, que en esta ocasión estaba inspirado en el momento mágico de Romeo y Julieta en el que los amantes de Verona se enamoran al verse por primera vez. Una pecera fue la que acompañó los posados de todos y todas en un rato tan divertido como siempre.

Aquí os dejamos un enlace a todas las fotos: https://flic.kr/s/aHBqjzD1Cj
Llegó la presentación, y la primera sorpresa saltó al escenario. Estrella, nuestra Estrella, regresó tras su breve ausencia, en la que se ha entretenido preparando a la nueva generación de Bang Bang. El aplauso con que la recibimos demostró el cariño que todos le tenemos, y ella se emocionó por la ilusión que le hacía volver al que es su lugar.
No estuvo Estrella demasiado tiempo sola en el escenario, ya que pronto apareció la gran Vito Rogado haciendo suyo el personaje interpretado por Sharon Stone en Instinto Básico. Las risas fueron constantes durante su intervención, sobre todo cuando subió a dos “voluntarios” que la acompañaron en un baile muy sugerente, o cuando jugó con el público parodiando la mítica escena del interrogatorio.


Antes hablábamos de recuperar la esencia Bang Bang que nos robó la pandemia, y creemos que la mejor manera de (ojalá) cerrar esta etapa es programar el doblete Kill Bill que nos tumbó el confinamiento, y eso hemos hecho: el 9 de abril doble ración de nuestro amado Tarantino. Nosotros tenemos muchas ganas de tener a La Novia en Bang Bang y vimos, por la reacción de los que el sábado estabais en el Principal, que vosotros también.

Tras el anuncio de la próxima sesión, solo quedaba disfrutar de las pelis. Primero vino Instinto Básico, que demostró que, más allá del morbo, es una gran película. Además, verla en pantalla grande fue toda una experiencia. Cuando la película se editó en VHS muchos (¿todos?) pausaron ESA escena para resolver la duda. La noche quedó claro: en pantalla grande y alta definición se ve perfectamente…
Luego llegó la hora de Romeo y Julieta, una película que polariza: o la amas o la odias. En Bang Bang hubo mucho más de lo primero que de lo segundo y el público superó la frontera que suponen sus diálogos en verso y disfrutó dejándose llevar por la historia de amor más grande de todos los tiempos, por los excesos de Baz Luhrmann y por esa orgía de música y colores que conforma Verona Beach.
Una gran noche tan variada como suele ser habitual y en la que se mezcló el dulce del chocolate con el picante de un no tan inocente cruce de piernas. Una noche puramente Bang Bang.