Star Wars, compras navideñas, cenas de empresa, cenas de cuadrillas, las elecciones… Vale, ya sabemos que siempre que tenemos sesión de Bang Bang hay muchas más cosas, pero ¿tienen que ser tantas?
Como es algo que no está en nuestra mano, no nos queda más que seguir trabajando duro para que nuestras citas sean tan divertidas que se hagan huecos en la agenda para ellas. Y parece que poco a poco lo vamos consiguiendo, porque en la sala se oyó algún: “13 de febrero, ¿no teníamos sidrería? ¡Pues la cambiamos!”.
Y es que estamos muy contentos porque la sesión con Gremlins y El club de la lucha fue todo un éxito y una noche en la que la gente lo pasó en grande.
Como mandan los cánones de Bang Bang, la presentación fue creando el ambiente propicio, quienes acertaron las respuestas a las aparentemente fáciles preguntas que hicimos se llevaron su correspondiente camiseta y quienes subieron al escenario superaron la prueba con nota. Eso sí, esta vez Estrella tuvo que emplearse a fondo para encontrar a esos “voluntarios” tan importantes en Bang Bang. A estas alturas ya sabéis que no somos (demasiado) malos con nuestro público, así que ¡quién dijo miedo! La oportunidad de jugar al Popcorn Garage en el pantallón del Principal resultó muy divertida. Una vez que los valientes estaban arriba y apareció la imagen, todo el mundo recuperó el valor y el cine se llenó de dedos que señalaban la pantalla, con todo el mundo susurrando títulos a su vecino de butaca.
La recepción del tráiler de la siguiente sesión que montó nuestro colaborador Mambrú fue espléndida. Y es que el público se rio con ganas con el surfero y la del caserío y acabó acompañando con palmas el tema estrella de Dirty Dancing, como no podía ser menos. Hasta alguno que ponía reparos a Bailando Sucio se rindió ante la promo y confesó estar deseando que llegara el 13 de febrero… Está claro que va a ser un Bang Bang especial.
El photocall volvió ofrecer grandes escenas. Y la gente cumplió a rajatabla la Segunda Regla Bang Bang: “No te reirás del (a veces) atrezzo cutre del photocall”. De hecho, gustaron mucho la característica bata de Tyler Durden y el improvisado ring para El club de la DUCHA que montó nuestro amigo Miguel Baquero. También causó sensación nuestro gremlin particular, que posó con todo el mundo y que no protestó ni una vez (aunque a algunas espectadoras se les fueran las manos agarrando a la bestia).
La sesión de fotos fue el escenario perfecto para que se lucieran algunos espectadores que vinieron caracterizados para la ocasión con la camiseta ensangrentada y la cara golpeada, o para presumir del Gizmo que habían cuidado en casa los últimos 24 años. Incluso se pudo ver al más joven banbanguero de la noche (un bebé de pocos meses) ataviado de perfecto y adorable Gizmo.
Y por fin las películas. Hay veces que el público nos sorprende y reacciona de manera inesperada durante las proyecciones, pero esta vez cumplieron el guion al pie de la letra. La proyección de Gremlins fue como imaginábamos: una fiesta con continuas risas y aplausos ante la muerte de cada gremlin. Aunque la sala jugaba en el equipo del amoroso Gizmo, todos celebraron las gamberradas de Stripe y su pandilla. Era una película esperada por los bangbangueros y tuvo un pase perfecto, en un Principal con olor a Navidad.
El descanso fue el momento Star Wars de la noche: una selección de estupendos vídeos relacionados con la saga que hicieron disfrutar a los muchos incondicionales que había en el público. Y después, nada menos que El club de la lucha.
Más de una vez os hemos contado que aunque disfrutamos muchísimo del ambiente en la sala, nos da pena no poder ver las películas con el público. Eso sí, estamos muy atentos al audio de las reacciones y charlamos con quienes nos dan palique en la barra para proponernos títulos o hablar de cine. Bien, pues esto no pasó durante El club de la lucha. La gente se mantuvo en la sala durante sus 139 minutos, sin levantarse ni para rellenar las bebidas. El silencio fue la tónica durante toda la película, pero al mirar las caras de los asistentes quedaba claro que el motivo de ese silencio era que estaban absolutamente centrados en disfrutar de esa obra maestra que es la película de Fincher. Una maravilla hipnótica y apasionante.
Tan apasionante como la noche en que la pantalla del Principal se llenó de destructivos gremlins y activistas anti-sistema, protagonistas absolutos de una de nuestras sesiones mas gamberras y provocadoras.
Sólo nos queda convocaros para la noche del 13 de febrero. Víspera de San Valentín. Si con el tráiler ha habido cachondeo, imaginad lo que tenemos pensado para ese día. Recordad que no es necesario traer pareja, pero sí muchas ganas de fiesta. Es la única regla de Bang Bang que no debéis romper nunca.