¡NECESITAREMOS UNA SALA MÁS GRANDE!

No hace falta decirlo pero nos encanta decirlo: estamos eufóricos por haber agotado las entradas del Principal dos sesiones seguidas. Pero si tuviéramos que destacar algo de nuestra segunda temporada sería el ambiente que hemos tenido en todas las sesiones y, sobre todo, la sensación de comunidad que se ha creado entre todas las personas que forman, formáis, parte de Bang Bang, ya sean colaboradores, espectadores o nosotros mismos.

Una muestra de esta hermandad bangbanguera: cuando anunciamos que ya no quedaban entradas (¡el jueves!), algunos de vosotros llegasteis a ofrecer en las redes sociales (¡sin reventa!) las entradas que teníais libres a aquéllos que suspiraban por una.

Y es que aunque parece que fue hace poco cuando empezamos nuestro segundo año, a estas alturas ya hemos disfrutado de cuatro nuevas sesiones en las que hemos combinado todo tipo de cine, y en las que la hemos gozado enormemente viendo vuestro entusiasmo con cada proyección. Daba igual que en pantalla estuviera Edward Norton destrozando algo hermoso o Patrick Swayze agitando sus caderas.

Para esta última sesión de la temporada decidimos apostar fuerte por dos clásicos como Fargo y Pulp Fiction. Os confieso que tuvimos alguna duda sobre los títulos, aunque visto el llenazo resulte extraño. Fargo, tras muchos años en los que era una referencia para el cine de calidad, después del estreno de la serie de televisión había quedado un poco a la sombra de la maravilla creada por Noah Whyle. Y con Pulp Fiction nos sucedía que, aunque la adoramos como se adora a una deidad, éramos conscientes de que es una película muy vista. Ademas, se había reestrenado hace un par de años, con motivo de su 20 aniversario, y soprendentemente no había funcionado demasiado bien.

Las dudas se disiparon en cuanto pusimos las entradas a la venta: empezaron a volar rápidamente, a lo que seguro que contribuyó el sensacional cartel preparado por WalliJai para la ocasión. Colgamos el sold-out ya el jueves y no pudimos dejar ni una sola entrada para la taquilla, lo que nos creó una sensación agridulce, ya que a la vez que celebrábamos el éxito de la propuesta nos llegaban peticiones de personas que se habían quedado sin el preciado pasaporte a una sesión inolvidable.

Y por fin llego el 23 de abril. Faltaba hora y media para el inicio de la sesión y vimos ya que la cola iba en aumento. Una vez que se abrieron las puertas, sin empujones ni carreras, los espectadores fueron ocupando sus sitios y se dirigieron hacia la barra y el photocall. Para muchos era su primer contacto con las nuevas butacas del Principal, pero en cuanto las vieron se dieron cuenta de que nada ha cambiado, pues el estilo y el color ha respetado la estética del teatro que ya es nuestro templo.

Hablaba del photocall. Sabemos que siempre es divertido acercarse a lo que Eva Luna ha llamado “El patio de juegos” de Bang Bang. Pero es que en esta ocasión estamos especialmente orgullosos de haber conseguido una ambientación tan vistosa y que gustó tanto. Todo el mérito es de Miguel Baquero, que suple nuestra escasez de medios con el talento y el trabajo de un verdadero artista, capaz de montar una fiesta de graduación, un ring de boxeo, el trono de Conan Rey o la ya inolvidable trituradora de Fargo.

Miguel ajustando el pie (aun sin calcetín)

Trabajamos a destajo en la barra, os lo aseguro, pero fue un placer ver que muchos y muchas os acercabais también para saludarnos o para proponernos títulos o ideas. En Bang Bang cada espectador es un programador, y eso nos encanta.

En el escenario Estrella brilló como siempre, y arropada por un teatro a tope no se lo pensó dos veces para salir al escenario caracterizada como Mia Wallace con la ayuda de nuestro nuevo colaborador Skunkfunk. Eso sí, con tanto entusiasmo las cosas se fueron de madre y tuvo que aparecer por allí Dani Artamendi, jeringuilla en mano, para salvar la noche resucitándola. Tras el susto tocaba resolver el gran misterio de Pulp Fiction. ¿Qué es lo que contiene el maletín que custodia Jules? No, no es el alma de Marcellus. Tampoco una bombilla naranja. El preciado tesoro son… ¡dos camisetas de Bang Bang!

Y por fin las películas. Los aplausos a Gaear Grimsrud y su hacha, un grito de “Eres la mejor” a Marge Gunderson, la ovación que recibió la primera aparición en pantalla del Sr. Lobo o las carcajadas ante el despiste de Vincent Vega que hemos visto cien veces en el GIF más famoso de los últimos tiempos, quedarán para el recuerdo bangbanguero. Nos gusta imaginar que muchos de vosotros recordaréis el pase de este sábado cada vez que penséis en estos dos peliculones.

Una noche y una temporada como éstas merecían una celebración, así que pusimos rumbo al NiNeu para disfrutar de la fiesta Bang Bang. Gran ambiente, muchas conversaciones sobre cine, muchas cervezas y muy buena música cortesía de EG/MR. ¿Qué más se puede pedir?