La frase no es nuestra, y justo por eso es perfecta.
El sábado volvieron a alinearse las estrellas, y ya van unas cuantas veces. Durante la mañana llovía con ganas y para la tarde se anunciaban tormentas. Nosotros mirábamos al cielo y cruzábamos los dedos. Sabemos que por buen humor que tengas, una cola con lluvia es una faena. Según pasaban las horas, parecía que la cosa aguantaba. Finalmente los malos presagios no se cumplieron y durante las más de dos horas de espera que aguantaron los primeros de la fila no sufrieron ni una gota de lluvia.
En resumen, libre de agua la cola volvió a ser lo que está siendo últimamente: un punto de encuentro con muchas risas y unas cuantas copas y cervezas.
Esta vez las sorpresas arrancaban en la entrada. La decoración para el photocall no se limitaba a la zona de siempre. La entrada al teatro estaba decorada como la mina del Templo Maldito, y si seguías las vías dibujadas en el suelo, elegías si tu destino estaba en la sala o preferías ir directamente al auténtico photocall: una vagoneta situada a la entrada de la mina, unos cuantos gorros a lo Indiana y una docena de monos, elefantes y cocodrilos ambientaban la zona, y por todas las fotos que se sacaron quedó claro que la propuesta os había conquistado.
La barra estuvo tan animada como de costumbre. O incluso más. Había muchas ganas de fiesta y se notaba. Todavía no había empezado la sesión y ya nos llovían ideas para dobletes.
En cuanto sonó el timbre la zona quedó desierta y todos regresaron a sus butacas para recibir a Estrella, que por una noche se convirtió en Indiana Jane. El primero de los vídeos a los que dio paso era nuestro Gritómetro. Ese vídeo que usamos para tomar la medida a ciertas películas y observar la respuesta que reciben en la sala. Eso sí, hay veces que el entusiasmo nos desborda. ¡Y es que aulláis a (casi) todas!
Después tocaba otra de las sorpresas de la noche. Axel Casas, Ronquete y Didac Alcaraz estrenaron su última creación, un corto hecho en exclusiva para vosotros. No podemos ser objetivos (somos muy fans de sus vídeos), pero no exageramos al decir que gustó muchísimo. El público se partió de risa con las locuras de los personajes salidos de las dos sagas que protagonizaban la noche.
La prueba en el escenario consistió en una muestra de valor. Una bangbanguera y un bangbanguero tuvieron que rebuscar en una caja llena de peligrosos animales totalmente inofensivos y de plástico para encontrar una joya que finamente no existía. Y es que ya sabéis que el presupuesto solo nos da para camisetas. Que ojo, también tienen su valor 🙂
Tras un vídeo de agradecimiento por el apoyo que nos habéis dado durante toda la temporada, llegó la hora de las pelis. Y nos atrevemos a decir que el pase de Regreso al futuro puede ser uno de los que más aplausos y ovaciones ha cosechado. La saga tiene muchos admiradores y los pocos que no lo eran se convirtieron en devotos este pasado sábado en el Principal.
Después de disfrutar con Marty tocaba saludar la vuelta de Indy, que por supuesto no defraudó. Es imposible que una película con un inicio y un final tan fantásticos no deslumbre, y más aún en una sesión Bang Bang.
Y aún quedaba la fiesta en el Gu. Allí esperaba la última sorpresa de la noche… Ya se había anunciado la pinchada de los Disco Bambinos. Ya se había anunciado que las copas tendrían precios especiales. Ya se había anunciado que habría pintxos… Pero lo que nadie había dicho es que los pintxos serían tan espectaculares: sopa con ojo de cabra y un brownie alucinante en el que aparecía la matricula personalizada de nuestro querido Delorean. Delicatessen y creatividad puras.
Y así, con ambientazo, buena música y vistas a la bahía acabamos una cuarta temporada que ha dejado momentos inolvidables. Y sin embargo, os podemos asegurar que lo mejor aún está por llegar.
En octubre vuelve Bang Bang. ¡Agarraos fuerte!
- Gracias a Sandra RM de El Contraplano por darnos el título para el post.