Cuarta sesión de la temporada en el Principal y un nuevo éxito en una tarde en la que el combo parecía tan disparatado que nos hizo dudar sobre la respuesta que tendríamos..
La cosa empezó con buen tiempo y ambientazo en la cola, sobre todo después de la llegada de un grupo de caballeros de la Mesa Cuadrada, magos y brujas que no dejaron escapar la oportunidad de vestirse con sus mejores galas. De entre todos destacaba el mago que se dedicaba a crear fuego de la nada en cuanto conseguía algo de público.
Una vez dentro, se descubrió la estrella de la función. Que nos perdonen los Coen y los Monty Phyton, pero las mayores sonrisas de la noche se las llevo el fantástico photocall que habíamos preparado para la ocasión. El castillo con puente levadizo y almenas a las que encaramarse y desde las que arrojar piedras a los invasores dio todo el juego del mundo, y los que pasaron por allí disfrutaron como críos. Los cascos, los escudos y las espadas que habíamos dejado para las fotos no descansaron en ningún momento. Ah, y hagamos especial mención al gorro de conejo que a duras penas llegó al final de la sesión. ¡Nadie quería soltarlo!
En cuanto Estrella salió al escenario, se respondió a la pregunta que varios nos habíais hecho en la barra: ¿dónde está Danel? ¿Dónde está nuestro animador favorito? Bien, pues él mismo se encargó de responder a estas preguntas mediante un vídeo en el que explicaba la razón de su ausencia: había emprendido un viaje a Irlanda en busca del Santo Grial. ¿Será capaz de llegar a tiempo para la sesión de junio? Supongo que hasta ese mismo día no lo sabremos…
Para animar en el escenario esta vez decidimos volver a un clásico: un par de voluntarios sometidos a pruebas ridículas pero indoloras. Eso sí, Estrella no consiguió subir a una voluntaria. Menos mal que un heroico caballero medieval se ofreció a salvar a la tímida dama que se escondió en lo más hondo de su castillo (o sea, de su butaca).
Con tanto cachondeo, el ambiente ya estaba preparado para recibir una comedia imprescindible: Monty Phyton y los caballeros de la Mesa Cuadrada. La película gustó mucho, y se notó la presencia de muchos fans en la sala, que reían y aplaudían cada gag casi antes de que sucediera.
Tras el descanso fue el momento de que ese peliculón que es Muerte entre las flores se enfrentara la prueba de fuego del público Bang Bang. Los Coen ya habían pasado dos veces por Bang Bang, pero las dos eran caballo ganador: primero fue la muy gamberra El Gran Lebowski, o sea, éxito asegurado, y la segunda fue Fargo, quizás su película más popular (y para muchos, la mejor). El sábado todo era más complicado. Muerte entre las flores es una película magistral, pero no es tan “fácil” como las anteriores: diálogos secos, muchos personajes en la trama y un aire melancólico que le da a la película un tono trágico apenas salpicado por tres pinceladas de humor…
Pero nos equivocábamos. Al escuchar los aplausos tras el tiroteo en casa de Leo, o los que siguieron al paseo por el bosque, nos quedó claro que estaba gustando. Y eso no fue más que el preludio a la ovación que recibió la película cuando llegaron los créditos.
Este sábado se demostró que todo el (buen) cine cabe en Bang Bang. Así que… ¡Larga vida a Bang Bang!
Bang Bang Zinema 