ENTREVISTA EXCLUSIVA A HENRY HILL Y «EL NOTA»

 

Aprovecho la programación de Uno de los nuestros y El Gran Lebowski en la tercera sesión Bang Bang para reunirme con sus protagonistas y hablar de todo, menos de sus películas.

Cuando llego al bar donde hemos acordado encontrarnos, ‘El Nota’ ya está dentro sentado con un Ruso Blanco en las últimas sobre la mesa. Antes de que me dé tiempo a presentarme se abre la puerta y todo el mundo se gira para mirar. Entra Henry Hill muy agitado. Se sienta apoyando la espalda en la pared y estrecha mi mano nervioso mientras agita su pulsera de oro. ‘El Nota’, por supuesto, ni se inmuta.

 

Buena sincronización. Aunque veo que venís solos. ‘Nota’, ¿no venia contigo Jezú?

‘Nota’: Sí, ése era el plan. Estábamos en el hotel a punto de salir cuando ha cambiado de idea. Mientras yo estaba preparando «material» para el camino, se ha sentado en la cama y ha encendido la tele. Jodé, no había visto que le brillaran tanto los ojos desde que gano el torneo de bolos de Malibu. No sé en qué canal era, pero ha aparecido un rótulo de Los Gipsy Kings y ha dicho que no venía. Que si eso ya te verá el sábado en la sesión.

 

Buenas noches, Henry. Supongo que también ha habido algún problema con Tommy…

Henry Hill: Lo de siempre. La ha vuelto a liar. Recordaba el servicio en los bares de Donostia, y ya me temía lo peor. Esta tarde nos hemos acercado a tomar una copa mirando la isla y el chico que nos atendía en la mesa, cuando ha visto la propina, se ha girado hacia su compañera y ha dicho algo. Tommy, que no habla ni castellano ni euskera, ha pensado que decía algo malo de él, ha sacado una pistola y le ha pegado un tiro en cada mano. Para cuando hemos aclarado que sólo celebraba la generosa propina, ya estábamos en comisaría. Intentaré sacarle luego. Pero sin prisa. Cuanto menos tiempo esté suelto menos problemas para todos.

 

Ya, ya. Me queda claro. Bueno, ‘Nota’, segunda visita a Donostia. ¿Cómo has encontrado todo?

‘Nota’: Distinto. La primera sorpresa me la he llevado cuando me he acercado a Illumbe a echar unas partidas de bolos y me he encontrado aquello hecho un asco. ¿Qué ha pasado con la pista? ¿No molan los bolos en esta ciudad? Menos mal que de camino hacia el hotel he visto un par de clubs de cannabis y ya me he relajado un poco.

¿Y el tiempo? ¿Habrás notado diferencias con la soleada California?

‘Nota’: La verdad es que me mudé hace tres años a Colorado.

No puedo imaginar por qué…

Henry, 25 años ya desde que viniste por primera vez. ¿Muchas diferencias?

Henry: ¿Ha pasado ya un cuarto de siglo? ¡O sea que estoy de aniversario!  Aunque ahora recuerdo haber vuelto por aquí. Estuve hace unos años para el «American Way of Death» durante el Zinemaldia. Nos reunimos unos cuantos colegas de profesión. Hubo póker y mucha fiesta. Hay que reconocer que el tiempo pasa muy rápido últimamente. Es lo que tiene la coca, el trabajo, los negocios y cocinar para la familia. Trabajando con italianos, siempre acabas pringado de salsa de tomate de una manera u otra. Tú ya me entiendes…

 

Sí, se te veía acelerado al llegar.

Henry: ¿Eso? No, eso era por el helicóptero. ¿No lo habéis visto dando vueltas? Esta mañana me he acercado a Pasajes y no me lo quitaba de encima. Por cierto, se veía mucho tráfico de contenedores por ahí. Algo interesante habrá para hacer negocios, ¿o me equivoco?

No sabría decirte…

‘Nota’: (Hablando entre dientes) Y yo me quejo de Walter.

Henry: ¿Walter?, ¿Quien es ese Walter?

‘Nota’: ¿Walter? ¡Mi colega, tío!. Un veterano de guerra que siempre  está gritando. Igual que tu. Deberíais relajaros un poco.

Henry: Cuidado, ‘Dude’, estoy teniendo paciencia por nuestro anfitrión, pero como me toques las pelotas, vas a acabar enterrado en Ulia.

‘Nota’: Vale, vale.. aunque al menos yo salgo el primero en los créditos de mi película.

Henry: ¡¡A este tío me lo cargo!

 

Bueno chicos, tranquilos, vamos a dejarlo aquí. Nos vemos el sábado en el Principal  para las pelis.

‘Nota’: Una última cosa ¿Me puedo quedar el albornoz del hotel?