De todos los días en los que me podía haber fallado el despertador, tuvo que suceder aquél en el que había quedado para entrevistar a dos de los personajes más irreverentes de la historia del cine.
Imaginarlos juntos, combinando sus destructivas ideas, hizo que todo el camino en el coche me lo pasara mordisqueando el bolígrafo y mirando el reloj cada segundo. No sé que me inquietaba más: que se hubieran largado o la que podían estar liando…
Me sorprendió encontrarlos hablando y comiendo chuches tranquilamente tranquilamente. Ni siquiera interrumpieron su charla cuando entré atropellado por la puerta.
Hola. Siento mucho el retraso. No sé qué ha pasado con el despertador.
Stripe: Tranquilo. Estábamos poniéndonos al día y comentando nuestras cosas.
Tyler Durden: Tío, no te agobies. No hay prisa.
Muchas gracias. La verdad es que sí que estaba nervioso, aunque veo que estáis bien. Entonces, ¿ya os conocíais?
Tyler: Claro. Hemos coincidido alguna vez en la entrada del psiquiatra.
¿Vais al mismo psiquiatra?
Stripe: (Riéndose) ¿Nosotros? No. Para nada. Yo suelo ir a recoger a Gizmo y éste a su colega ¿Como se llama ese pirado?
Tyler: Travis, Cornelius, Rupert… Depende del día. Está pasando por un momento extraño de su vida.
Bueno, ¿y de qué hablabais?
Tyler: Del cambiazo que ha pegado Donosti desde la última vez que estuve aquí en el 99 ¿Qué ha pasado con las tiendas de siempre? El centro de la ciudad parece la sede del puto Imperio Inditex. Y he visto que también habéis puesto un McDonalds y un Burger King en el Bule. ¿No queréis aprovechar los bajos de La Concha para montar un jodido Ikea?
Stripe: Y yo le decía lo chungo que sería para Gizmo vivir aquí. Con tanta lluvia estaría todo el día pataleando y escupiendo bolitas por la espalda.
Tyler: Ya, pero piensa que aquí con el resto de las reglas no habría problema: comer después de las doce es imposible. ¡¡No encuentras una cocina abierta a esa hora!! Y lo de la luz brillante, con lo poco que luce el sol, tampoco sería algo a tener en cuenta, a no ser que se acerque a los arbolitos de Navidad esos que han puesto por todos lados…
Oye, no os quejéis que el tiempo se está portando últimamente.
Tyler: A ver si aguanta sin llover el sábado. De lo contrario vais a tener fiesta en el Principal.
Fiesta va a haber de todas maneras.
Stripe: No, si ya lo sé. Pero si la montamos nosotros o Tyler y sus chicos, igual no es del tipo que esperáis. La sesión será en el Principal, ¿verdad?
Sí, claro. Como todos los Bang Bangs.
Stripe: Mola. Es un cine muy como para nosotros. O para el público del Terror, que vendría a ser lo mismo. A propósito, no nos liaréis ninguna con la sala de calderas, ¿verdad?
No, estad tranquilos. La sala de calderas está cerrada. Y la cabina de proyección también…
Tyler: ¿Pero qué pasa? Ya estáis acusando. Tampoco ha sido tantas veces. Aunque reconozco que alguna ha sido buena (se parte de la risa).
¿Qué te hace tanta gracia?
Tyler: ¿Te acuerdas de cuando prohibieron A Serbian Film? La corté en pedacitos y la estuve pasando subliminalmente por partes en cada peli de Harry Potter que estrenaban. Los chavales flipaban, y los padres ni te cuento. Salían con el estomago revuelto pensando que era el 3D. Pero no… También estoy muy orgulloso de haber conseguido colar al recién nacido de A Serbian Film para las escenas con Bradley Cooper de El francotirador. El tío no podía ni actuar y se quejaba de que el muñeco olía raro. Ya, ya. Si él supiera donde había estado ese bebecito antes…
Mejor vamos a cambiar de tema. ¿Vais a pasar algunos días por aquí u os vais después de la peli?
Stripe: Yo me piro. Enseguida llega Navidad y tengo que ir a animar las fiestas en un pequeño pueblo de EEUU. Aunque igual me da tiempo a salir a cantar por aquí el día de Santo Tomas: “Olentzero joan zaigu, herria erretzera…”.
Tyler: Yo sí me quedo. Tengo un bolo de camarero y luego me iré de fiesta por aquí. El curro es en Nochevieja, en el Hotel María Cristina (yo del menú no probaría el puré de calabaza), y luego a buscar un cotillón. Para financiar el Proyecto Mayhem he traído unas cuantas pastillucas “Superman” y me han dicho que ahí puede ser un buen sitio para rularlas. ¿Se organiza alguno por el centro?
Yo es que ya no sé ni que decir. Bueno, mejor lo dejamos aquí que me estáis empezando a dar miedo.
Tyler: Ya te hemos dicho que estés tranquilo. Aunque algunas cosas de la entrevista mejor te las guardas. Ya sabes, un día te falla el despertador y otro día los frenos del coche. Ya sabes lo que dice la primera regla del Club de la lucha: nadie habla del Club de la lucha. Y lo mismo se aplica a nuestros planes. Mejor guárdalos para ti. Al menos de momento.
Los dos se alejan sonriendo muy tranquilos, mientras Stripe juega en su mano con dos pilas iguales a las de mi despertador. Diría que son idénticas.